miércoles, 8 de julio de 2009

La riqueza de nuestro idioma


O de cómo todo cambia una vez que cruzamos la Cordillera:

Estamos convencidos de que hablamos el mismo idioma, hasta que nos toca vivir más allá de nuestras fronteras.   Entonces nuestro querido  castellano, empieza a mostrar sus miles de facetas, confundiéndonos o aclarándonos las cosas.  Es gracioso constatar la agilidad con que el idioma se modifica en el tiempo y en el espacio.

 La mayor parte de las veces se trata de sustantivos y verbos, pero hay también giros, modismos  y hasta conjugaciones de verbos que se van modificando de país en país.  No mencionaré aquí, para no herir susceptibilidades, aquellas palabras inocentes que mencionadas en un país diferente pueden  herir y hasta insultar a nuestro interlocutor, que son muchas.

Así es como he vuelto a FREIR, después de años de FRITAR un lindo CONGRIO que por mucho tiempo se llamó ABADEJO, después de sacarlo del REFRI, que hasta hace poco se llamaba HELADERA. Los MEJILLONES son otra vez CHORITOS  y abro la LLAVE para lavarme las manos, después de tantos años de usar la CANILLA.  Ya el agua no hierve en la PAVA, sino en la TETERA, mientras el TOCINO se corta en TORREJAS que antes era PANCETA que se cortaba en FETAS. La querida MANTECA volvió a ser MANTEQUILLA y la GARRAFA del gas ahora es un BALÓN.  No me hundo en un POZO, sino en un HOYO y decido REMODELAR la casa en vez de REFORMARLA.. También he aprendido a TIRAR en vez de CINCHAR, mientras voy a tomar LA MICRO en vez del BONDI.  

En medio de mi calle hay una hermosa JARDINERA, que aprendí a llamar CANTERO, donde crecen CARDENALES y BUGANVILIAS, mientras allá en Montevideo habrían sido MALVONES y SANTA RITAS.  Ya no ALQUILO una casa, sino que la ARRIENDO y a veces me dan ganas de ARRANCAR, aunque tanto tiempo quise ESCAPAR.  Y como si fuera poco, ahora esta TERA  ¡se va a tener que llamar QUELTEHUE!

16 comentarios:

Francisco Méndez S. dijo...

Hola amiga, para mi siempre seras tera, no importa que acá se llame queltehue.


Saludos amiga

L Mery dijo...

jajajaja, que me has hecho reír oye! está muy buena esta entrada. siguiendo tu cierre "avícola" hoy yo estuve con una "paloma". Ya un abrazo grande, a ver cuando podemos vernos again!
L.

Marcelo dijo...

Buenísimo! Y me resultó muy interesante porque nosotros estamos en el medio de tus dos lugares. Siempre pensé que teníamos más puntos en común con los uruguayos que con los chilenos en lo que respecta a la lengua. Y sin embargo, me sorprendiste con varios giros que se usan en Chile y Argentina, pero no en Uruguay.
Un beso!

Susana Peiró dijo...

Hola Pamela!!!

Ante todo: Muchas Gracias por tu visita y bonitas palabras!

Me recibís "en casa", porque es necesario decirte que Chile, es precisamente mi segundo hogar. Tanto es así que siempre llamaré choritos o choros (si son grandes) a los mejillones y moriré y resucitaré por las machas a la parmesana, y toda mirada al Pacífico, merecerá un pisco sour (dos, tres, varios)

Tu artículo me pareció chorísimo!
Y Vos...súper-dije!

Un beso Pam, nos seguimos leyendo!

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Jeje, es que la versatilidad de nuestro idioma es de las mejores cosas que tiene y crea, además, unos graciosos malentendidos entre nosotros.

Un abrazo (apapacho en Centroamérica).

Roxi dijo...

Que lindo me encantó !!!
Se te lee muy alegre re acostumbrándote a las palabras chilenas.
A mi me pasaba en el colegio que yo usaba muchas palabras ecuatorianas (heredadas de mi mamá), y mis compañeros se mataban de la risa con mis salidas que para ellos eran tn diferentes y para mí eran lo más habitual, como nos comunicabamos a diario en la casa.
Ahoraa con mi hermano menor jugamos mucho a inventarnos palabras entre los dos, a tener códigos con connotaciones especiales que casi nadie más entiende y eso nos da mucha risa, hay una energía de complicidad también en las palabras.
Abrazo!

esteban lob dijo...

Hola Pamela:

En verdad parece increíble tanta variación. Pasa hasta en los apellidos. Nuestros Jáuregui, en Uruguay son simplemente Jauregui.

Recuerdo la visita de un equipo uruguayo de fútbol que traía tal jugador y al mencionarlo yo en la radio, no faltaba hasta el colega que me decía "cómo no sabís pronunciar un apellido tan común".

Cariños.

Angélica dijo...

Jajaja me hiciste reír con tu final amiga. Hasta su nombre cambió. Me gustó esta forma de enseñarnos como se dice acá y como se decía allá.

Un día cuando andaba por allá, nos subimos con el Gonza en un "Omnibus" (micro) y yo me senté. Entonces subió una señora que llevaba hartas cosas en las manos, entre ellas un paraguas, porque llovía suave, y como no podía afirmarse poque llevaba el paraguas le digo: "¿Se lo llevo?" y la señora me dice: "vos no sos de acá, de donde sos" de Chile le digo toda orgullosa. Ah, me dijo, se nota que no sos de acá, porque acá se dice "cargo".

Pena acá es tristeza. Allá en México es vergüenza.

Linda entrada amiga. Me gustó y me recordó. Las flores sobre todo me llevaron al hermoso Montevideo.

Besitos.

Caminar sin gluten dijo...

Nos ha gustado tu post, sobre la riqueza y diferencia del castellano, según donde se hable. Pero como dice Ulysses, para nosotros siempre se llamara tera, ya que es como tu la has nombrado.

Besotes,

Ana y Víctor.

paulina dijo...

Bienvenida Tera-Queltehua!

Alvaro en OZ dijo...

Así es, nuestro idioma es tan rico que de país en país hablamos sumemente diferente....pero al mismo tiempo podemos entendernos de lo mejor.

Espero que estés muy bien, saludos !!

Ana dijo...

Las diferencias nutren Pamela. Aqui o allá. Me llevaron tus palabras a otras palabras, Las Palabras en Confieso que he vivido de Pablo Neruda.
Un abrazo

Holovítrea dijo...

Viva el castellano polisinonimal!!!!!
Riqueza pura de un idioma hablado por más de 500 millones de personas.

MNB dijo...

JA JA JA Qué buen artículo.
Cada país, ciudad y pueblo de habla hispana tiene sus dichos, pero igual lo entendemos. No sé por qué.

Mis sobrinos que nacieron en España hablan del periódico y la habitación (En Chile el diario y la pieza). Y así uno va entendiendo por el contexto.

Abrazos.

galatea dijo...

Esto es lo más divertido de los andares. La primera vez que estuve en Montevideo me resultó muy gracioso un cartelito en la puerta trasera de un micro-bus: "Chiste para bajar"... observando un poco me di cuenta de qué se trataba, yo estaba preocupada buscando un buen chiste.
Muy lindo tu post.
Y qué te parece escuchar otra vez el "altiro"...? ¿"cierto" que es chistoso?
Cariños.

Lechuza dijo...

Y tu hija sigue acá, porfiada como siempre, llamándole toalla nova al papel de cocina... Aunque ya se dio por vencida y aceptó que el confort es papel higiénico y la cisterna no es un barrio... Obligada a ponerse buzo y campera en vez de polerón y parca... Matando la nostalgia por esa Cordillera nevada a punta de tinto -del nuestro, del Pacífico- y culpándote a tí, por criar a otra eterna extranjera! ;)


ps: no te quejes tanto por apodo de tera o queltehue, al fin y al cabo, siempre has sido y serás Vanellus Chilensis ;)