jueves, 11 de junio de 2009

Extranjera nuevamente


Me esperaban tantas cosas al volver:  No creo haber tenido la capacidad de absorber todo lo que aquí estaba latiendo, respirando, acechando en cada esquina de la vida que se agita, que no pide permiso, que se arriesga, que rasga vestiduras y se desnuda sin pudor en la plaza pública.

Mi país ha cambiado y  yo he cambiado.  Es necesario que lo diga. Ahora veremos como hacemos  él y yo  para convivir sin atropellarnos, sin llevarnos por delante, tolerando nuestras mutuas infidelidades, nuestros olvidos intencionales, nuestros silencios amargos y prolongados.

Camino en puntas de pie para no despertar sospechas, haciéndome la inocente tomo el bus que no conocía y me bajo en la parada recién inaugurada. Como un extranjero de visita  en un país lejano me subo al metro distraída, como si de verdad supiera dónde tengo que bajarme y miro de reojo el plano que está encima de la puerta para ubicarme tratando de que nadie sospeche mi ignorancia. 

Sé que estoy viviendo el mejor momento, la alegría del regreso no tiene explicación, quizás se resuma en llamar por teléfono a una amiga y quedar para el día siguiente como la cosa más normal del mundo. Los afectos se manifiestan a cada instante y no creo ser muy explícita a la hora de agradecerlos, estoy demasiado distraída tratando de recomponer el perdido mapa de la memoria. Y a pesar de todo,  debo decir que he vuelto a ser extranjera una vez más.


15 comentarios:

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Es extraño sentirse extranjero en su propia tierra. Conozco esa sensación y cómo el callejero se hace atajo de los recuerdos que allí vivimos. Recompón, poco a poco tu mapa memorial; tal vez, entonces, te sientas menos extranjera. Con todo, no es mala esa sensación.

Muy bien escrito, un fuerte abrazo.

esteban lob dijo...

¡Bienvenida, Pamela!

Un fuerte abrazo.

Francisco Méndez S. dijo...

Ya te acostumbraras, de a poco.
que estés muy bien.


Saludos Pamela

MNB dijo...

HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.

¡QUÉ RICO QUE ESTÉS DE VUELTA!

A TODO NOS ACOSTUMBRAMOS...


BESOS.

Angélica dijo...

Ay al fin está aquí!!! tendrá que venir a mi casa un día de estos. Y bueno, después de tantos años, muchos cambios habrá. La cuidad crece y se modifica vertiginosamente. Tantas cosas nuevas, tantas cosas lindas. Debe ser emocionante volver y reencontrarse con tantas personas queridas. Me alegro que ya esté de vuelta. Ya estaba impaciente jijiji.

Un fuerte abrazo amiga mía y espero dártelo en persona muy pronto.

aapayés dijo...

Un gusto haber encontrado tu blog..

espero regresar a leerte, me gusta mucho tu forma de escribir..

saludos fraternos con cariño
un abrazo

besos
que tengas un buen fin de semana

Caminar sin gluten dijo...

Nos ha gustado leer tu artículo, donde en pocas palabras nos tranmites muchas sensaciones, muchas alegrías y a la vez muchas dudas; pero lo que más nos ha gustado es volver a tener noticias tuyas.

Disfruta de Chile, disfruta de tu país y sus gentes.

Besotes

Ana y Víctor.

Roxi dijo...

Que linda energía: emoción y muchos nervios como en todo ansiado re encuentro.
Tu ilustración de este momento me parece lindísima, cada palabra fluye y brilla precisa, perfecta.
Me gusta el relato completo, pero lo que más me cautiva es esta parte: "Mi país ha cambiado y yo he cambiado. Es necesario que lo diga. Ahora veremos como hacemos él y yo para convivir sin atropellarnos, sin llevarnos por delante, tolerando nuestras mutuas infidelidades, nuestros olvidos intencionales, nuestros silencios amargos y prolongados."
Se lee un país tan vivo, tan humano, yo a veces me olvido de él, lo habito pero no lo percibo con esa conciencia, con esa lucidez.

Y cómo estoy yo? Feliz, más feliz que nunca pero sin ninguna causa específica, disfrutando de la lluvia, de la música, de los latidos de mi corazón, del deporte, de las sonrisas generosas, de todas las pequeñas cosas que hacen de la existencia una experiencia trascendete, sencilla pero linda.

Abrazo !

morenocris dijo...

saudades.saudades.saudades. pame querida.

coloquei o seu link e fiz um print de seu blog. está lindo com o fundo preto. ah, obrigada pelo presente. coloquei no blog também.

beijocas mil.

Ana dijo...

A veces estamos de regreso de lugares que nunca fuimos. Gracias por tu visita. Seguimos en viaje, apegándonos, desapegándonos. Encontrándonos.
Te abrazo

galatea dijo...

Pamela, bienvenida!
Las partidas y los regresos comparten entusismos, alegrías, insertidumbre, susto, ansiedad, penas... un caudal de emociones y por eso, viajar nos enriquece y nos hace grande.
UN TEMA LINDO que expresa muy bien todo esto es "Vuelvo" de Inti-illimani.

Con cenizas, con desgarros,
con nuestra altiva impaciencia,
con una honesta conciencia,
con enfado, con sospecha,
con activa certidumbre
pongo el pie en mi país,
y en lugar de sollozar,
de moler mi pena al viento,
abro el ojo y su mirar
y contengo el descontento.

Vuelvo hermoso, vuelvo tierno,
vuelvo con mi espera dura,
vuelvo con mis armaduras,
con mi espada, mi desvelo,
mi tajante desconsuelo,
mi presagio, mi dulzura.
Vuelvo con mi amor espeso,
vuelvo en alma y vuelvo en hueso
a encontrar la patria pura
al fin del último beso.

Vuelvo al fin sin humillarme,
sin pedir perdón ni olvido.
Nunca el hombre está vencido:
su derrota es siempre breve,
un estímulo que mueve
la vocación de su guerra,
pues la raza que destierra
y la raza que recibe
le dirán al fin que él vive
dolores de toda tierra.

Vuelvo hermoso, vuelvo tierno,
vuelvo con mi espera dura,
vuelvo con mis armaduras,
con mi espada, mi desvelo,
mi tajante desconsuelo,
mi presagio, mi dulzura.
Vuelvo con mi amor espeso,
vuelvo en alma y vuelvo en hueso
a encontrar la patria pura
al fin del último beso.

La Turca y sus viajes dijo...

Hola!!!!!!

Se que duele volver acomodarse y me imagino que debe ser mas difícil si es otro país, pero cuando acomodes todo es su lugar el cerebro se habrá ejercitado mucho mas que aprender una difícil formula de química.

Un besote y abrazo de oso.

Alyxandria Faderland dijo...

Ya te vas a ir acostumbrando a todo lo nuevo que ha pasado, a las amigas que se encuentran y al ritmo nuevo que te parece te ha dejado atras, tambien un viajecito al sur, a esos paisajes magicos, y ya estas hecha, lista de nuevo para lo que venga

L Mery dijo...

Claramente los países no residen en los límites de los mapas, sino en sus olores, personas, dolores, amores, historias.... si uno se aleja mucho de eso, no basta luego con volver a cruzar la frontera, porque jamás está volviendo al mismo sitio.
Igual con la nacionalidad, no basta el CI, ni el pasaporte, ni lo que uno rellene en los formularios. Hay una "cosilla" palpitante ahí, que no tiene nombre y que tan grandemente has descrito con este post.
En fin, la vida. La vida sin importar tanto el "dónde".... sino el "cómo".
Un abrazo doble.
L.

Roxi dijo...

anoche leí algo que me recordó tu entrada:

"Paradoja irrisoria: cuanto más pertenecemos a una ciudad, menos la vivimos"

Yo creo que todavía la estás viviendo, producto de este re encuentro, y con mucha fuerza

Abrazo !

P.D: Lo que te cité es de Cortázar