Mientras ponía un clavel rojo sobre el féretro de Víctor supe por qué había vuelto: era tan simple, aquí están enterrados mis muertos, los que tienen una tumba conocida y aquellos que desde el fondo del mar o bajo las toneladas de tierra y cal con que han querido ocultarlos, todavía claman por una sepultura digna.
Nosotros y la vida
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¿He contado ya el número de los que fui? ¿Sé de su paradero? Estoy
melancólico esta noche y quiero darles cuenta de los que vinieron después
cuando no...
Hace 19 horas