Siempre había escuchado que en la zona donde ahora vivo había una gran colonia árabe. He averiguado algo más de la migración espontánea a Chile,que comenzó hace cerca 150 años atrás y que hoy suma la colonia palestina más grande del mundo con algo así como 500.000 personas, esto sin contar una gran cantidad de sirios y libaneses.
La mayoría de los palestinos que llegaron a Chile venían huyendo del Imperio Otomano debido a que profesaban la religión cristiana, pero también vinieron muchos musulmanes. Siendo los turcos otomanos sunnitas, también perseguían a los musulmanes shiitas.
En los primeros censos donde aparecen estos inmigrantes, a fines del siglo XIX, lo hacen como súbditos del Imperio Otomano, de allí que los chilenos llamasen "turcos" despectivamente a todos los árabes que llegaban. No me referiré a nuestra supuesta hospitalidad con los extranjeros, por que daría para un libro y no es mi idea, sólo quiero puntualizar que los inmigrantes árabes tuvieron que lidiar, como todo emigrante, con una población local reacia a su presencia, por decir lo menos. Así y todo, se han hecho su lugar en nuestra sociedad, su carácter afable, sus aportes al país y su exquisita cultura les ha permitido ganarse ese espacio.

Hace poco caminando por la ciudad de Quillota encontramos este bello lugar donde disfrutamos de las delicias de la cocina árabe, supimos también que se trata del Club Árabe más antiguo de Chile y que hace poco han estrenado esta nueva sede abierta a toda la comunidad, que cuenta con comedores y salones donde se pueden hacer reuniones sociales, asistir a clases de gimnasia, danza y hasta ¡tango!
Ese día había también una hermosa exposición del Club de Jardines de Quillota.
Este adorno a la entrada de la exposición es una muestra de los frutos que han hecho tan famosa a esta zona en todo el país: chirimoyas, paltas y cítricos, también verán unos nísperos. Faltan las lúcumas.
Fuente: www.es.wikipedia.org.