En medio de terremotos, mineros enterrados vivos a setecientos metros bajo tierra, presos Mapuches en huelga de hambre, enfermedades y muertes inesperadas, estoy por hacer un cambio muy importante en mi vida, lo que me trae nuevas alegrías, y por eso quiero compartir esta sensación con ustedes, se trata de algo largamente buscado: en pocos días más me iré a vivir a una casa que hemos construido en el campo, en lo alto de un cerro, donde no será fácil llegar, no tendré vecinos, ni shoppings, ni gimnasios, ni cafés a la mano, sólo un gran cielo estrellado por las noches y una vista increíble al Valle del Río Aconcagua y la Cordillera de los Andes.
Allí en mi nueva vida, nada cambiará, lo afectos serán los mismos, los recuerdos irán conmigo, y los proyectos tomarán una nueva dimensión. Estaré más cerca de lo que fui y más lejos de lo que no quiero ser. Es posible que tarde un poco en volver a visitarlos y escribir: el tiempo que me tome poner mi nueva casa en orden, pues "san internet" llega a todos lados, por ahora.
Un abrazo a todos y nos seguimos leyendo.