lunes, 19 de julio de 2010



¿Qué dirán los arqueólogos del futuro cuando desentierren estos "conchales"?. Yo por mi parte, he quedado invadida de una extraña desolación, preguntándome si es necesario echar abajo tanta montaña, envenenar tanto río, para esto.

miércoles, 7 de julio de 2010

Durmiendo a cielo abierto


"Desde que llegué a vivir al barrio siempre lo veía al salir cada mañana: se levantaba de la vereda, amarraba su colchón con sus frazadas y salía caminando hacia la calle Sazié, donde pasaba el día lavando autos.  De tanto vernos terminamos saludándonos y hasta haciéndonos un poco amigos.


Un día no lo ví más; hasta que pasadas unas semanas lo volví a encontrar lavando autos: ahora tengo novia, me dijo, así que arrendé una pieza por treinta lucas aquí a la vuelta." 

Nota: Suelo limitarme  a la hora de tomar fotos que puedan incomodar a los "modelos".  En este caso el hombre dormía tan profundamente que no tuvo cómo enterarse de mi atrevimiento. Eran las diez de la mañana de un día frío, aunque soleado, no corresponde al personaje de la historia, pero sirve para documentarla. El verdadero personaje se ha tornado en un amigo muy cercano y me alegra enormemente que ya no duerma a cielo abierto y que haya encontrado el amor.