viernes, 25 de junio de 2010


Esta pareja vive en La Moneda, claro que del lado de afuera.  Hacía muchísimo frío esa mañana y mientras los oficinistas caminaban ensimismados apretando entre sus manos una taza de cartón con café, estos dos animalitos se acurrucaban en un recodo del edificio para darse calor. 


Cómo hemos perdido la capacidad de acercarnos en la ciudad. Los llamados "humanos" desconfiamos del que pasa a nuestro lado, en cambio estos dos perros no tienen inconveniente en abrazarse y apoyarse en medio del asfalto.


Los perros de La Moneda no son pocos, y son un misterio sin resolver.  Dicen que para los cambios de mando la "autoridad" ordena desaparecer los perros, cosa que sucede por un par de días, pero luego vuelven y siguen reinando en la Plaza de la Constitución.