y si de verdad nos pusiéramos un poco tropicales? y nos quitáramos de una vez la corbata con que tratamos de aparentar algo que no somos y si fuésemos capaces de soltarnos el botón de la chaqueta y aprender a andar por la vida de guayabera.
O quizás podríamos tener un carnaval donde dejar nuestras penas y salir renovados a enfrentar cada nuevo año.
O podríamos construir edificios nuevos en medio de la nada y crear una nueva ciudad que llene al mundo de admiración.
También podríamos aprender a convivir con gente que hable otros idiomas, piense diferente o tenga la piel más oscura.
Quizás deberíamos aprender a disfrutar de los detalles, a no necesitar un "mall" para ser felices, a mirar a nuestro alrededor con gratitud y humildad.